Los sistemas de inteligencia artificial (IA) que reconocen lenguaje e imagen se desarrollaron muy rápido.
La tabla muestra cómo llegamos hasta acá, enfocándonos en las últimas dos décadas de desarrollo de IA. Los datos vienen de una serie de pruebas en las que se evaluó el rendimiento humano y de la IA en cinco áreas diferentes, desde reconocimiento de escritura hasta comprensión del lenguaje.
En cada una de las cinco áreas, el rendimiento inicial de la IA se establece en -100, y el rendimiento humano en esos tests se usa como una línea base que se establece en cero. Esto quiere decir que cuando el rendimiento del modelo cruza la línea de cero, es cuando la IA obtiene más puntos en el test correspondiente que los humanos que hicieron el mismo test.
Hace solo 10 años, ninguna máquina podía proporcionar de manera confiable el reconocimiento de lenguaje o imagen al nivel humano. Pero, como muestra la tabla, los sistemas de IA se volvieron cada vez más capaces y ahora están superando a los humanos en todas estas áreas.
Fuera de estas pruebas estandarizadas, el rendimiento de estas IA es variado. En algunos casos del mundo real, estos sistemas todavía funcionan mucho peor que los humanos. Por otro lado, algunas implementaciones de tales sistemas de IA ya son tan baratas que están disponibles en el teléfono de tu bolsillo: el reconocimiento de imagen categoriza tus fotos y el reconocimiento de voz transcribe lo que dictas.
Lo mas curioso que esta tecnología está disponible, pero no es accesible masivamente, hay formas muy imaginables de utilizarla en fines prácticos para los negocios, ¿vos que pensas? ¿querés implementar algo de esto en tu empresa?
Estos avances rapidísimos en la capacidad de la inteligencia artificial hicieron posible que se utilicen máquinas en muchos campos nuevos:
Cuando reservás un vuelo, a menudo es la inteligencia artificial – y no un humano – la que decide cuánto pagar. Cuando llegás al aeropuerto, es un sistema de IA el que monitorea lo que hacés allí. Y una vez que estás en el avión, un sistema de IA ayuda al piloto a llevarte a tu destino.
Los sistemas de IA también determinan cada vez más si te dan un préstamo, si sos elegible para ayuda social o si te contratan para un trabajo en particular. Cada vez más, también ayudan a determinar quién sale de la cárcel.
Varios gobiernos están comprando sistemas de armas autónomas para la guerra, y algunos están usando sistemas de IA para vigilancia y opresión.
Los sistemas de IA ayudan a programar el software que usás y a traducir los textos que leés. Los asistentes virtuales, operados por reconocimiento de voz, entraron en muchos hogares en la última década. Ahora los autos autónomos están convirtiéndose en una realidad.
En los últimos años, los sistemas de IA ayudaron a hacer avances en algunos de los problemas más difíciles de la ciencia.
Grandes IA llamados sistemas de recomendación determinan qué ves en las redes sociales, qué productos se te muestran en las tiendas en línea y qué se te recomienda en YouTube. Cada vez más, no solo recomiendan los medios que consumimos, sino que, basados en su capacidad para generar imágenes y textos, también crean los medios que consumimos.
La inteligencia artificial ya no es una tecnología del futuro; la IA está aquí, y mucho de lo que es realidad ahora parecería ciencia ficción hace poco tiempo. Es una tecnología que ya nos afecta a todos, y la lista anterior incluye solo algunas de sus muchas aplicaciones.
La amplia gama de aplicaciones enumeradas deja en claro que esta es una tecnología muy general que puede ser utilizada por las personas para algunos objetivos extremadamente buenos, pero también para algunos extremadamente malos. Para estas “tecnologías de uso dual”, es importante que todos desarrollemos una comprensión de lo que está sucediendo y cómo queremos que se use la tecnología.
Hace solo dos décadas, el mundo era muy diferente. ¿Qué podrá hacer la tecnología de la IA en el futuro?